En la calle Piedras
-por Facundo Fenero-
-por Facundo Fenero-
No, no es en el barrio de Caballito ni en ningún otro rincón de la Capital Federal dónde ojalá aún se conserven los pocos espacios verdes que quedan. Es en la localidad de Vicente López (Pcia. de Buenos Aires), en el ex Paseo Vito Dumas, el ex pintoresco paseo de familias de domingo a la tarde, de ferias artesanales, de movimientos culturales, de naturaleza...el último que nos quedaba a los vecinos de esta localidad.
Hoy sólo se ven piedras a los costados, al caminar por el proyecto de asfalto que las máquinas YA HAN TRAZADO en casi toda la extensión que antes comprendía nuestro paseo: desde la calle Laprida hasta la calle Arenales, dos mil metros de uno de los paisajes más lindos que tenía nuestra provincia. Por los medios de comunicación masivos se vieron manifestaciones, incidentes, represiones, denuncias e ilegitimidades; pero cuando algo amerita tanta atención da cuenta de “lo grande” que hay detrás, hilos moviéndose a favor de ciertos intereses que -curiosamente- siempre van en contra de los de la comunidad. Aquello de que el pueblo es soberano en una democracia ya parecería una humorada de contratapa de algún diario. A pesar de existir, gracias a Dios, excepciones en todas las reglas.
El proyecto denominado “Vial Costero” argumenta mejorías en el flujo de automóviles que transita desde Zona Norte a Capital Federal y viceversa, trayecto que, hoy por hoy, se recorre a través de otras arterias como la Av. Maipú, Av. del Libertador y Ruta Panamericana (siendo insuficientes para pelear contra los embotellamientos de los horas pico). Es optimista pensar que con sólo dos kilómetros de vial solucionarán los problemas de tránsito actuales. Bien por nuestros funcionarios, el optimismo nunca debe perderse; ojalá tengan éxito así luego podrán seguir eliminando “porciones menores” de espacios comunitarios para crear emprendimientos privatizados que nos provean de un sinnúmero de servicios que nos solucionen los diferentes aspectos de nuestra vida cotidiana. Hoy los vecinos que utilizábamos el Paseo Vito Dumas para correr, pasear, descansar, comer, disfrutar, pensar, tocar música, enamorarse, etc… tendremos que idearnos, mientras vemos los escombros de esa obra y nuestros funcionarios, un lugar alternativo para cada una de estas actividades, y en muchos casos se tendrá que pagar para ello.
Algunos más activistas que otros en favor de esta causa, la de preservar nuestros espacios, todos estamos aportando nuestro granito de arena para que esto no le pase a otra localidad, para que los intereses particulares no vuelvan a pasar por encima de legislaciones municipales ya preestablecidas, para que se respeten los protocolos de consulta vecinal y se analice previa y profundamente cualquier impacto que cada proyecto cause a nuestra sociedad. Costó mucho conseguir la democracia, hagámosla funcionar, y que nuestros hijos en el futuro no piensen que toda esta “fábula” que se consiguió hace casi 30 años es sólo una “fachada”, o bien, un vial que no conduce a ningún lado.Deseando que los vecinos de Vicente López no perdamos la esperanza, la fuerza y las ganas, los saluda en el día de la “Independencia”.
Facundo Fenero
-Argentina-
